estimulación memoria en aulas kalevi

Memoria confinada

La importancia de seguir con la estimulación cognitiva en nuestro confinamiento.

No perdamos la paciencia, esto es temporal. Atrás quedan los días en los que la única opción que teníamos para combatir el COVID-19, era la de quedarnos en casa. Así también la memoria, que se quedó confinada. Aunque hiciera un buen día de sol fuera. Estábamos confinados y en cuarentena. Por nuestro bien. Y poco a poco regresaremos a una cotidianidad novedosa a la vez que rara.

Muy rara, porque nunca antes habíamos vivido algo así. Estas son los nuevas reglas para cuando salgamos a la calle: Lavado de manos frecuente, uso de mascarilla y distancia social. ¿quiere decir que ya no nos abrazaremos o besaremos como antes de la pandemia?

Estando en cuarentena hemos recuperado actividades que antes nos parecían banales y ahora, cargados de pequeñas acciones y detalles, hacen que cuenten. Haber hecho un poco de ejercicio, unas cuantas fichas de estimulación cognitiva, haber recuperado los juegos de mesa o preparado una buena comida ha sido tan importante como mantener las ganas de seguir conectados con nuestros familiares, amigos y seres queridos.

Habrá que reinventar los lazos sociales, darles una oportunidad y un espacio entre la nueva forma de relacionarnos y las nuevas tecnologías. Porque si el Covid nos ha distanciado físicamente, nos ha descubierto que por lo menos hemos podido acercarnos con la tecnología: video-llamadas, llamadas en grupo, reuniones familiares «on-line» y otras muestras de esta comunicación, que hemos practicado sin igual.

La importancia de no confinar la memoria.

Eso no quiere decir que ya para siempre nos relacionemos así. Ya queda menos para podernos abrazar y tocar de verdad, no solo a través de las pantallas o de unas mascarillas. Paciencia. Esto es temporal.

No queremos acabar nuestro post sin mencionar lo duro que ha sido para todos. Y quedarán resquicios de este abandono temporal al que nos hemos tenido que doblegar. Todo ha sido para protegernos y parece que ha funcionado. En el trayecto, hemos visto afectadas todas nuestras relaciones sociales. Y muchos hemos perdido familiares, amigos y conocidos. Queremos acordarnos siempre de ellos porque son parte nuestra, también con su ausencia. Y para eso, la memoria tiene que seguir activa y no quedarse confinada en el olvido.

Martín HJ

Aulas Kalevi

 

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